Por Dennyss Salazar – 02 de Marzo del 2022
La presidenta de la Asamblea Nacional, Guadalupe Llori, calificó como un acoso político las últimas actuaciones que se han generado en su contra y asegura que el único fin para destituirla es tomar el control del CPCCS y designar autoridades. Y si bien dice que no permitirá la desestabilización, varios asambleístas insisten en una evaluación a integrantes del CAL.
Expresiones que a decir de Ronny Aleaga están totalmente desenfocadas. Además, señala que las diferentes organizaciones políticas coinciden en la mala conducción de la Asamblea y por eso insisten en la evaluación. Asegura que hay temor por parte de las autoridades y por eso evitan reuniones del pleno y CAL de manera presencial.
De su lado Salvador Quishpe de las filas de Pachakutik sostiene que evaluar las acciones de los legisladores está contemplado en la ley. “Pedimos correctivos para Guadalupe Llori pero eso no significa sumarnos a los otros para destituirla del cargo para que suban los que aprendieron de las actitudes de Fabián Alarcón, hoy vestidos de Saquicela”.
Pero Llori tiene el respaldo de la bancada oficialista, Jorge Pinto de Creo, aclaró que no se oponen a la evaluación pero lo que no respaldan es el uso de este mecanismo para desestabilizar como sucedió la semana pasada, cuando se apagaron las luces.
Y es que el jueves pasado, el pleno no pudo continuar tras un pedido de apelación a la presidencia del legislador Esteban Torres. El asambleísta del PSC advierte que investigará quien estuvo atrás del apagón en el salón principal, no descarta que hayan intervenido funcionarios de presidencia.
El jueves pasado, en medio del pedido de su evaluación y una apelación a la presidencia, Llori suspendió la sesión y abandonó el hemiciclo. Minutos después hubo un apagón en el salón del Pleno. Luego, convocó a una sesión del Pleno, de manera virtual, para el sábado 26 de febrero a las 22:00. Después de más de una hora de espera, no tuvo quórum (solo estuvieron 67 legisladores) y no se instaló.