Por Martha Sandoval – 15 de Marzo 2022
El número de víctimas por el bombardeo a una torre de televisión en el noroeste de Ucrania ascendió a 19 y todavía hay personas desaparecidas entre los escombros. Mientras tanto, las autoridades de la capital declararon toque de queda por 35 horas, desde esta tarde hasta el día jueves, después de que un edificio residencial de 15 plantas fue bombardeado durante la madrugada, así como varios inmuebles en las inmediaciones de Kiev, dejando al menos dos muertos.
Otros bombardeos tuvieron lugar en las últimas horas: el ataque a la región de Járkiv, en el este de Ucrania, tuvo como saldo siete fallecidos; y, los misiles lanzados a Dnipro, en el centro del país, dañaron por completo el aeropuerto principal de la región.
Rusia, por su parte, sostiene que ejerce el control absoluto de las plantas nucleares de Chernóbil y Zaporiyia. Según un alto funcionario de la cancillería rusa, el objetivo de la toma de las centrales es “prevenir la provocación de las fuerzas nacionalistas ucranianas contra las instalaciones de infraestructura crítica”.
Las delegaciones diplomáticas de los países en conflicto han retomado las conversaciones por videoconferencia que comenzaron ayer lunes. Al tiempo que los primeros ministros de República Checa, Polonia y Eslovenia viajaron a Kiev para reunirse con Volodímir Zelenski, con el objetivo de “confirmar el apoyo inequívoco de toda la Unión Europea a la soberanía e independencia de Ucrania”, según publicó en sus redes sociales el mandatario checo, Petr Fiala.
El ministro de Exteriores de China habló con su homólogo español, José Manuel Albares. Wang Yi dijo que su país quiere impedir a toda costa las sanciones económicas anunciadas el lunes por la Casablanca, en caso de que decidan apoyar a Rusia, y que evitarán verse afectados por un conflicto del que no forman parte.