Por Martha Sandoval – 04 de Marzo 2022
El gas representa casi el 40% de las importaciones que la Unión Europea le compra al gigante euroasiático, los países que más dependen del gas ruso son Alemania e Italia, España está en mejores condiciones que sus vecinos, pues está más avanzado en el proceso de transformación a energía limpia, gracias -en parte- a su situación geográfica y climática.
En los últimos años, Alemania ha incrementado su reserva de gas natural licuado y dice estar preparado para un eventual desabastecimiento; además, su objetivo es llegar a ser un país neutral en emisiones de CO₂ en el año 2045. Ante la invasión rusa a Ucrania, detuvo su proceso de descarbonización, es decir, paró el cierre de todas las centrales de energía con base en carbón. Italia, por su parte, importa casi el 100% del gas que consume, la mitad proviene de Rusia.
El gobierno italiano ha emprendido una campaña para reducir el consumo de gas y se propone aprovechar mejor la generación eléctrica mediante petróleo y carbón, respetando la normativa europea de emisión de gases contaminantes.