#EXCLUSIVA: El Presidente Lasso es el problema para el 92% de los ecuatorianos

Por Gabriela Murgueytio – 28 de diciembre de 2022

 

Los ecuatorianos no solo creen que el Presidente Guillermo Lasso no resuelve adecuadamente los problemas de la nación, sino que él mismo es el problema, esto se desprende de la última investigación realizada por la firma Perfiles de Opinión, en Quito, Guayaquil, Cuenca y Manta.

El resultado de esta encuesta refleja cuatro ejes importantes que destacan los ecuatorianos en este año que termina, según detalló en el panel Cara y Cruz, en radio Sonorama, la directora de Perfiles de Opinión, Paulina Recalde.

El primero de ellos es que se ha exacerbado el pesimismo de la población pues el 92% siente que la conducción del país va por el camino equivocado y el 91%, en Quito y Guayaquil, tiene miedo y temor de salir a las calles por el incremento de la inseguridad.

Esto se conecta con que apenas el 12% confía en la palabra del Presidente Guillermo Lasso que ha perdido 22 puntos este año en credibilidad y aceptación a su gestión. Esta crisis de confianza también abraca a la institucionalidad del país cuando apenas el 17% de las personas dice confiar en el trabajo de la Policía Nacional, a raíz del femicidio de María Belén Bernal, ocurrido en la Escuela Superior de Policía, indicó Paulina Recalde.

Caroline Ávila, catedrática universitaria, sostuvo que las bajas cifras de aceptación y credibilidad con las que cierra el año el presidente Lasso son preocupantes y poco alentadoras, pues todavía le quedan dos años y medio de gestión. A decir de Ávila este porcentaje no se debe únicamente a la mala comunicación de la Secretaría de Comunicación de la Presidencia de la República a la que ha apelado el Gobierno y en base a la cual ha cambiado tres veces de funcionario rector de la comunicación que se emite desde la Casa de Gobierno.

Carlos Coronel detalló que la crisis institucional empieza en el Gobierno pues no hay un vocero que comunique con credibilidad los resultados de la gestión del Presidente y sus ministros ya que la palabra de Guillermo Lasso se ha devaluado por sus constantes contradicciones con sus propias declaraciones y las de los miembros de su gabinete. Prueba de que la ciudadanía no puede confiar en el Gobierno son los acuerdos alcanzados con el movimiento indígena cuyo cumplimiento, hasta la fecha no se gestionan.

A todo lo anterior hay que sumarle a que el llamado Gobierno del Encuentro no ha sido tal, pues sus voceros encabezados por el mismo Jefe de Estado se han concentrado no solo en descalificar a la oposición vinculándolos con la narcopolítica, sino también a quienes no piensan igual que ellos.

Por todo lo antes mencionado, son muchos los desafíos que tendrá que afrontar el Gobierno de Guillermo Lasso no solo para mejorar los porcentajes de credibilidad y aceptación a su gestión, sino principalmente para en lo concreto, solucionar los problemas de pobreza, desempleo e inseguridad.