Por Gabriela Murgueytio – 26 de octubre de 2022
Esmeraldas vive un infierno y una ola de terror. No es cierto que la Policía Nacional y las fuerzas de seguridad tengan el control de la situación en la ciudad y en la provincia verde como sostuvo el ministro del Interior, Juan Zapata, aseguran representantes sociales de ese cantón.
Durante el panel Cara y Cruz sostenido en Sonorama, Fabricio Guerrero, analista político oriundo de Esmeraldas dio a conocer que los ciudadanos en Esmeraldas, así como los comerciantes y también las autoridades están aterrorizadas por la presencia de las mafias y las bandas criminales que los extorsionan y les cobran vacunas e incluso los han amenazado de muerte.
Guerrero asegura que en lo que va del año, a consecuencia de la delincuencia e inseguridad, las actividades comerciales se han contraído en un 30% y por lo tanto, no se puede hablar de una verdadera reactivación económica del lugar.
Frente a esta situación que describe Darío, tanto las autoridades locales, así como las de Gobierno están pérdidas y no saben exactamente qué medidas tomar, dice el periodista Darío Robinzon, director de “La Calle Habla”.
A criterio de Robinzon no se dan cuenta de las razones por las cuáles niños y adolescentes están siendo seducidos por las bandas criminales, puesto que no hay salud ni actividades deportivas para ellos.
Tener una visión únicamente securitista no es la solución dice Juana Francis Bone, Presidenta de la Fundación Mujeres de Asfalto de Esmeraldas. Para Bone el problema de seguridad en Esmeraldas tiene sus orígenes en la pobreza, la falta de empleo, el abandono de las políticas públicas y no se resuelve con la presencia de tanques militares o de nuevos cuarteles policiales únicamente.
A ello hay que sumarle la falta de capacidad de las autoridades tanto de Gobierno como locales de enfrentar una crisis de seguridad como la que se vive en Esmeraldas y también de poder administrar bien los recursos que se les ha confiado para realizar su trabajo.
Darío Guerrero sostiene que sí se necesita una policía bien armada en Esmeraldas pero también soluciones integrales en salud, empleo y acciones que promuevan la reactivación económica.
Esmeraldas, a 300 kilómetros de Quito, cuenta con más de 420 homicidios sólo en 2022.Desde el gobierno se ha anunciado la llegada de 200 nuevos policías a Esmeraldas y la construcción de un cuartel en Atacames y tres cuarteles intermedios en Quinindé y Río verde.