Por Gabriela Murgueytio – 31 de octubre de 2022
Elizabeth Otavalo, madre de María Belén Bernal, teme que luego de transcurridos los 120 días de la etapa de instrucción fiscal, el caso de femicidio de su hija quede en la impunidad al no haber a quien acusar pues, el principal sospechoso del crimen, Germán Cáceres sigue prófugo de la justicia y de fuera de territorio ecuatoriano.
En diálogo con Sonorama, Elizabeth Otavalo indicó que han pasado 40 de los 120 días la instrucción fiscal y 47 días del hecho criminal, ocurrido el 11 de septiembre, en las instalaciones de la Escuela Superior de Policía y hasta el momento, no hay pistas del paradero de Cáceres y las investigaciones transcurren a paso lento.
Frente al cambio de versión por tercera ocasión de la cadete Joselyn Sánchez, en la que se retractó de todo lo dicho en un inicio de que, la madrugada de los hechos, escuchó gritos, golpes, y el pedido de auxilio de María Belén, mientras se encontraba en la habitación contigua y el posterior arrastre de un bulto, Otavalo dijo sentirse indignada porque es un indicio de que trataría de llegar a un trato con la Policía Nacional para salir libre a cambio de su silencio.
La única esperanza de Otavalo de encontrar la verdad sobre el crimen de su hija y que se haga justicia está puesta en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), cuyos comisionados están investigando de cerca el caso desde que María Belén Bernal desapareció.
El equipo de los agentes fiscales colombianos que llegaron a Ecuador para apoyar el trabajo investigativo de la Fiscalía ecuatoriana, concluirá sus labores a finales de noviembre y presentarán un informe pormenorizado de lo ocurrido y sus hallazgos.
La Corte de Pichincha, después de la versión ampliada brindada por la cadete Joselyn Sánchez, en la que negó el 80% de su versión original, decidió negar el pedido de habeas corpus y ratificó la prisión preventiva en su contra y deberá seguir ejerciendo su derecho a la defensa tras las rejas.