Por Martha Sandoval – 10 de Marzo 2022
Imágenes del hospital materno infantil destruido en Mariupol, Ucrania, circulan en las redes sociales desde la noche del miércoles. Autoridades municipales de esa ciudad sostienen que hay tres muertos, entre ellos, un niño, y al menos 17 heridos graves. Moscú ha ordenado un reporte militar, pues mantiene su postura de que sus objetivos no son edificios civiles y menos hospitales.
Con ese panorama, se reúnen en la ciudad turca de Antalya, los ministros de Exteriores de ambos países, aunque las expectativas de conseguir un acuerdo que cese las hostilidades definitivamente son escasas. Rusia pide que Ucrania abandone su intención de unirse a la OTAN y se declare un país neutral; además, solicita el reconocimiento oficial de la península de Crimea, tomada militarmente en 2014, como territorio ruso y de Lugansk y Donetsk como repúblicas independientes, condiciones que el presidente Volodímir Zelenski no se ha mostrado dispuesto a aceptar.
Las prohibiciones de exportación que ordenó Zelenski a principios de semana empiezan a generar consecuencias. Serbia regula la exportación de trigo, maíz, harinas y aceite de cocina, mientras el precio del aceite de palma sube tras el anuncio de Indonesia de restringir su venta internacional para asegurarse de que el mercado interno sea abastecido.
El aceite de palma es el más utilizado en el mundo, pues, no solo se usa en la elaboración de productos comestibles, sino también en la fabricación de detergentes y cosméticos. Funcionarios europeos sostienen conversaciones para tomar medidas conjuntas que prevengan el desabastecimiento y controlen la inflación. Mientras tanto, el congreso de Estados Unidos aprobó conceder un préstamo emergente a Ucrania de 13 mil 600 millones de dólares.